Además, debemos ser conscientes de cómo nuestras palabras pueden afectar nuestra propia vida. En Proverbios twelve:eighteen leemos: «Hay quienes hablan como quien hiere con espada, pero la lengua de los sabios sana».
Las palabras tienen un poder extraordinario. Pueden afectar nuestras vidas de muchas maneras, tanto positivas como negativas. En la Biblia, encontramos numerosas referencias que nos revelan el impacto que las palabras pueden tener en nuestra existencia.
Nuestro lenguaje tiene el poder de construir o destruir relaciones, de alentar o desanimar a otros, de inspirar o desmotivar. Es por eso que es tan importante que seamos conscientes de cómo hablamos y el impacto que nuestras palabras pueden tener en los demás.
Como puedes ver el poder de las palabras puede movilizar a todo un país a apoyar un objetivo o a una persona a realizar sus sueños. Las palabras son importantes porque tienen la capacidad de influenciar a otros y a ti mismo.
Esto significa que nuestras palabras deben ser amables, amorosas y respetuosas. Nuestras palabras deben ser sazonadas con sal, lo que significa que deben tener un impacto y un sabor positivo en la vida de los demás.
“Por lo cual también nosotros sin cesar damos gracias a Dios, de que cuando recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes”
Por el contrario, cuando nos dejamos llevar por palabras negativas o destructivas, nos afecta emocional y espiritualmente.
el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas,
Estos ciclos se adaptan perfectamente a aquellas personas que siguen carreras universitarias, y vienen de una familia,…
El poder de la palabra es tremendo. Aunque muchas personas digan que una imagen puede more info valer más, y en ciertos casos es verdad, no hay que olvidar que cuanto sale de nuestra boca tiene un valor.
Nuestras palabras tienen el poder de llevar la luz de Cristo a las tinieblas y de llevar esperanza a los corazones desesperanzados.
Nuestras palabras pueden tener el poder de sanar o de herir, de construir o de destruir. Debemos ser conscientes de este poder y usar nuestras palabras con sabiduría.
Descubrir este maravilloso principio nos invita a confiar en su Palabra y a reconocer que, a través de ella, podemos experimentar transformación y bendición en nuestras vidas. ¡Qué privilegio es para nosotros contar con la Palabra de Dios como guía y fuente de vida!
y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús.